Ciencia y Fe
Poupard, que durante diez años fue rector de una universidad católica de París, dijo en Murcia que las universidades son «como el laboratorio donde se lleva a cabo el diálogo entre la fe y la cultura, entre la ciencia y la fe. Si renunciara a esta vocación suya, la universidad católica se convertiría en una simple universidad privada, con más o menos prestigio, pero habría dejado de ser sal y luz». Por eso, para Poupard, un centro educativo de estas características «debe ser un hervidero de iniciativas y de pensamiento, que no se contenta con vivir de un pensamiento prestado, ajeno, sino que quiere someterlo todo a la luz del Evangelio».
Acomplejados ante la cultura
El cardenal francés se lamentó de la retirada que han realizado los católicos de los ámbitos culturales e intelectuales «para refugiarse en otros terrenos donde se encontraban más protegidos». Y habló en concreto de la Iglesia española, «que puede legítimamente enorgullecerse de grandes realizaciones en el campo de la asistencia a los refugiados e inmigrantes y en el servicio a los más pobres», pero que al mismo tiempo «constata un vacío doloroso en el terreno de la ciencia, del pensamiento, de la creación artística y literaria», apostilló el purpurado, refiriéndose a los momentos actuales. Para el prelado francés, la consecuencia de este erial intelectual conlleva «la profunda división entre la élite intelectual española y el pueblo fiel». Aquí radicaría, para Poupard, la marginación de los católicos que están «acomplejados e incapaces de mantener un diálogo con la alta cultura actual». «El cristiano, en un ambiente culturalmente hostil, está llamado a afrontar permanentemente una dura batalla de desgaste», sentenció Poupard.
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